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viernes, 22 de marzo de 2013

Experiencia Personal Con La Cultura Combi


La Combi



¡Habla Gasparín! escuché hace algunos años atrás cuando transitaba tranquilamente por la avenida Pardo en Miraflores y por natural curiosidad, volteé a ver quién había pronunciado estas palabras, identificando a un desaliñado cobrador de combi que me invitaba a tener seguramente un interesante viaje en su destartalada unidad. Entendí que la poca presencia de cabello, que en aquél momento ya se hacía evidente en mí, motivó que este señor se jugara tal confianza y no puedo negar que sentí el natural impulso de propinarle un golpe por su desubicada actitud; sin embargo, recapacité y continué mi camino en dirección al cine El Pacífico.  Este hecho no pasó inadvertido para mí y sentí sinceramente que vivíamos en un país donde la falta de respeto y de educación se había presentado como habitual  y que la habíamos aceptado como tal, como si fuera parte de nuestro paisaje natural social, que está dado de esa manera y que no debemos hacer nada para cambiarlo. Hoy siento que aquella realidad no solo no se ha modificado sino que ha empeorado.

Conductas En La Cultura Combi



Precisamente la “Combi”, aquél vehículo que se hizo popular en los años 90 frente a la gran demanda de transporte en la capital y que sigue vigente hasta hoy en nuestro país, ha sido tomada como referencia para definir lo que se conoce como la “Cultura Combi” en nuestra sociedad. Creo que podemos afirmar, sin riesgo de caer en exageración, que la Combi es como una pasarela donde podemos advertir una serie de inconductas y antivalores en los que, lamentablemente, se ve retratada nuestra sociedad.  


 Se han dado cuenta que,  en más de una ocasión, cuando hemos subido a este popular vehículo ¿el asiento que tiene el título de reservado se encuentra ocupado y no necesariamente por una persona con discapacidad, mayor de edad o mujer embarazada? También están los que, para seguir gozando de su confort, se hacen los dormidos cuando ven a una persona que por necesidad, precisa de un asiento. Están los pasajeros que deciden unilateralmente la tarifa que pagan sin importar la ruta que sigan: “¿Sabes? Yo hasta San Isidro siempre pago un sol, ¿ya?”.  Está el chofer que frente a una intervención policial, le extiende solícitamente sus documentos dejando dentro de estos una generosa contribución monetaria al oficial: “para su gaseosita pues, jefe”, configurándose la figura de un descarado soborno.   Están los cobradores que, impresentables y maleducados, deciden en forma prepotente cuanto le cobran al pasajero.  Y así, podríamos mencionar una serie de hechos irregulares que acompañan a este pésimo servicio y que ha sembrado por años el caos en las pistas.

Veamos el siguiente video que nos muestra las implicaciones de esta pernisiosa cultura y como podemos tomar acciones para salir de esta situación:

Transformemos el Perú

La Viveza En La Cultura Combi



Pensemos por un momento, ¿son acaso los antivalores e inconductas que se aprecian en este ya tradicional vehículo, lo que edifica el concepto de la denominada Cultura Combi? ¿Está nuestra sociedad reflejada en el espejo de esta cultura? Personalmente y con mucha pena pienso que sí, que aparece prácticamente como institucionalizada la cultura de que, uno es más canchero cuanto más vivo es, entendiendo por vivo a aquellas  personas cuya conducta se orienta a la  evasión de las reglas más básicas de convivencia civilizada o los que, simplemente, hacen uso de su circunstancial posición de poder para hacer los que les da la gana sin considerar si su actuación daña o no a otras personas.


La Realidad Peruana - Parte 1

La Realidad Peruana - Parte 2

Análisis personal de La Cultura Combi



Siendo sincero, no soy un profesional en sociología que estudia los comportamientos de las sociedades y los orígenes de estas; sin embargo, sí me considero un peruano interesado en ver una mejora en el país y para que el que no pasa  inadvertido esta carencia de valores que nos ha caracterizado por muchos años sin que se evidencie un cambio notable, falta mucho por hacer aún para que esta situación presente visos de cambios que sean perceptibles.

He realizado un  análisis personal de las características de la Cultura Combi, contra la que debemos luchar y que presento a continuación:

  • Visión sesgada que obedece al interés particular, relegando el criterio de conjunto.
  • La no observancia de las reglas elementales de convivencia.
  • Desconocimiento de la autoridad.
  • Uso de influencias para obtener algún beneficio personal o familiar.
  • Obtención de beneficios por la ley del menor esfuerzo.
  • Corrupción.
  • Discriminación.  

Considero que debemos comenzar por dejar esa necia tendencia de responsabilizar a los gobiernos que han pasado como los gestores de nuestro retrato como sociedad y nuestros problemas, eso debemos dejarlo a las personas que no tienen otro de recurso que culpar a otros de sus desgracias personales.  Somos nosotros, todos los peruanos como actores principales, quienes debemos entender que para crecer debemos derribar las barreras que nos separan, que para que este Perú crezca lejos de la perniciosa Cultura Combi, debemos alcanzar algo que no recuerdo hemos tenido: UNA VISIÓN UNITARIA NACIONAL.

Otros modelos sociales



Como complemento al tema del presente blog relacionado a la Cultura Combi, les presento otros modelos que se han presentado a lo largo de nuestra historia. Por ejemplo, tenemos el modelo andino, modelo ancestral que aun sigue vigente. Gran parte de nuestra nación en formación, que vive en el macizo andino, se rige aun  por este modelo, cuando organiza su vida en base a la comunidad y la reciprocidad.


Otro modelo interesante es el populista. Modelo cuya principal expresión es el caudillismo que hasta hoy es una de las características de nuestros gobernantes de turno,  con un estado caracterizado por una gran maquinaria política  basada en la burocracia y el clientelismo.
 El modelo liberal se basa en los individuos como actores sociales que ejercen sus libertades. En lo que respecta el estado, facilita la libre competencia y garantiza la propiedad privada. Sin embargo estos 3 modelos son distorsionados  por el llamado modelo Combi, cuya misión es ganar dinero rápido y fácil, teniendo como consigna el facilismo, las ambiciones sin escrúpulos, la evasión de impuestos y la corrupción de los funcionarios. Analiza el cuadro y establece tus propias conclusiones o identificando aquellas características que aún perviven en nuestro modo de ser.